viernes, 19 de junio de 2015

NUESTRA BANDERA



Estimadas familias:
Las banderas y los estandartes son emblemas representativos de los grupos sociales; el reconocimiento del símbolo de nuestra Patria nos da identidad. Aprender a conocer y a reconocer el emblema de nuestra Argentina es una construcción social.
Es importante que los niños comiencen a comprender y a respetar la creación de símbolos patrios, que identifiquen a la bandera de nuestra Nación, aquella que nos representa como argentinos.
Diariamente, en el jardín, realizamos el saludo a la Bandera. Además, a través del abordaje de la unidad didáctica: “Nuestra bandera” profundizamos en la importancia y el respeto que le debemos otorgar.
Como cierre de esta unidad, quisiéramos poder armar una gran bandera en la sala.


Por tal motivo, necesitamos de su colaboración. La idea es que, en familia, sobre un cuadrado de cartulina de 20x20cm puedan realizar un collage celeste, blanco o amarillo según se indique (utilizando los papeles que más les gusten) y lo envíen hasta el miércoles 24, para poder armar la gran bandera. 

Encargados de realizar los collages celestes
Nazareno, Ignacio, Lauti Gerpe, Lauti Giménez, Franco, Lauti Imbriano, Ian, Joaquín, Julián, Santino, Ariel, Greta, Victoria, Sofi Fernández, Delfina y Emma.

Encargados de realizar los collages blancos: Tiago, Tiziano, Lauti Vincenti, Simón, Julieta, Juana, Bianca y Alma.

Encargada de realizar el collage amarillo: Sofi Zevallos

Desde ya, muchas gracias por la participación, los queremos mucho…

Srta. Bárbara y los nenes y nenas de sala Azul.



lunes, 18 de mayo de 2015

Jornada Comunidad y Familia



Queridas Familias: Este es el cuento que disfrutamos hoy en sala azul. La idea es que puedan volver a leerlo en casa y luego de eso, elijan a uno de los personajes para realizar una máscara del mismo. El viernes 22 las usaremos para dramatizar el cuento.

Los tres cerditos y el Lobo
Había una vez tres cerditos que eran hermanos y vivían en el bosque.
 El más grande les dijo a sus hermanos que sería bueno que se pusieran a construir sus propias casas para estar protegidos. A los otros dos les pareció una buena idea, y se pusieron manos a la obra. Cada uno construyó su casita.


 
 - La mía será de paja - dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar. 




El hermano mediano decidió que su casa sería de madera: - Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores. Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar. 




 
El hermano mayor decidió hacerla de ladrillos.




Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber terminado. Juntos cantaban: -¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz!
Pero en ese instante, de atrás de un árbol grande apareció el lobo, rugiendo de hambre y gritando: - Cerditos, ¡me los voy a comer!
Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló: - ¡Cerdito, ábreme la puerta! - No, no, no, no te voy a abrir. - Pues si no me abres... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!
Y sopló con todas sus fuerzas, sopló y sopló y la casita de paja se vino abajo. 



El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano. - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! - cantaban desde dentro los cerditos.

De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo: - ¡Cerditos, ábranme la puerta! - No, no, no, no te vamos a abrir. - Pues si no me abren... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!

 
Y el Lobo sopló y sopló… La madera crujió, las paredes cayeron y los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillos de su hermano mayor. - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz! - cantaban desde dentro los cerditos.
El lobo estaba realmente enfadado y hambriento, y ahora deseaba comerse a los Tres Cerditos más que nunca, y frente a la puerta dijo: - ¡Cerditos, ábranme la puerta! - No, no, no, no te vamos a abrir. - Pues si no me abren... ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! 



Y se puso a soplar tan fuerte como el viento de invierno. Sopló y sopló, pero la casita de ladrillos era muy resistente y no conseguía derribarla. Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Quemado y con el estómago vacío salió huyendo hacia el lago y los cerditos no lo volvieron a ver. Contentos continuaron cantando: - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo! - ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo Feroz!


 


…FIN…

viernes, 24 de abril de 2015

Resultado de imagen para que sean niños los niños mex urtizberea
“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”
                                                                                    (“Los fueguitos” de Eduardo Galeano)
   Sala Azul esta llena de "fueguitos" diferentes preparados para jugar, para aprender,para compartir... nos espera un año lleno de grandes momentos para transitar juntos...
                                                           
                                                               Srta. Bárbara y Srta. Soraya